¿Un clásico entre clásicos o un despilfarro pixelado con pretensiones de “obra maestra”? Hoy desenterramos The Shadow of The Beast en su versión para Amiga Commodore, un título que fue puro músculo gráfico en su día… pero ¿cuánto hay de bestia y cuánto de sombra? Spoiler: hay vísceras, portadas engañosas, y un giro final que te dejará con cara de Commodore 64 bloqueado.

💀 The Shadow of the Beast: músculo gráfico, alma demoníaca
Lanzado en 1989 por la gente de Reflections Interactive (sí, los mismos que luego parirían Destruction Derby), y publicado por Psygnosis (la editorial con las portadas más metaleras de los 80), Shadow of the Beast fue diseñado desde cero para dejarte con la mandíbula colgando. Literalmente. Su carta de presentación: 13 capas de scroll parallax que hacían llorar de envidia a las Mega Drive de la época.
🧠 El argumento: niños secuestrados y bestias vengativas
La historia comienza con nuestro protagonista, Aarbron, secuestrado de niño y transformado en un monstruo al servicio de un oscuro señor demoníaco llamado Maletoth. Un día, la bestia despierta recuerdos de su infancia humana tras presenciar la ejecución de su padre… y se desata la carnicería. Todo el juego es un viaje psicodélico lleno de enemigos biomecánicos, plataformas traicioneras y música que te deja medio hipnotizado.
🎮 Otras versiones: downgrade en vena
Si lo jugaste en Atari ST, Mega Drive o TurboGrafx-CD… lo sentimos. Ninguna iguala el orgasmo visual de la versión Amiga. La de Master System directamente da vergüenza ajena (lo sentimos, SEGA lovers). Eso sí, la versión de Lynx es sorprendentemente decente.
🔊 Gráficos y sonido: orgía técnica en 16 bits
Con diseño artístico a lo H.R. Giger pero en modo “yo me lo guiso, yo me lo programo”, los gráficos de Beast eran una locura. Colores saturados, enemigos mutantes, árboles que sangran… cada pantalla es como un vinilo de Iron Maiden pasado por ácido. Y la música… oh, la música. Compuesta por David Whittaker, es atmosférica, inquietante, y suena como si Jean-Michel Jarre hubiera tenido una resaca infernal.

🎯 Jugabilidad: sí, pero…
Vamos a decirlo claro: Beast es un juego difícil hasta la crueldad. No hay vidas infinitas, no hay piedad. La detección de colisiones es tan exigente que podrías llorar. ¿Saltos precisos? ¡JA! Más bien saltos que dependen de la alineación de los planetas. Pero eh, al menos cada vez que mueres, lo haces rodeado de belleza visual.
🎁 Easter eggs y curiosidades
- 👀 El nombre «Aarbron» se convirtió en un pequeño mito de culto entre fans de Psygnosis.
- 📀 El juego fue tan pesado que necesitaba dos disquetes… ¡y ni siquiera tenía guardado!
- 🎨 Algunos elementos del arte original se pintaron a mano y luego se digitalizaron píxel a píxel.
- 📼 El juego fue relanzado como remake en PS4 en 2016, pero no tuvo el mismo impacto.
📖 Final del juego (spoiler alert)
Después de horas de sufrimiento, plataformas imposibles y enemigos cabreadísimos, Aarbron logra llegar hasta Maletoth. Pero en lugar de una pelea épica… ¡pum! Se revela que el auténtico Maletoth no está presente. Solo queda una especie de esbirro final que cae sin demasiada gloria. El juego termina con Aarbron mirando el horizonte, convertido aún en bestia, reflexionando sobre su existencia. Vamos, final nihilista con aroma a tragedia griega.
🧙♂️ Creadores: Reflections y el arte del sufrimiento visual
Martin Edmondson y Paul Howarth fueron los cerebros detrás del proyecto. Un dúo británico que en los 90 revolucionó la escena de videojuegos para microordenadores. Después de Beast, fundaron lo que sería luego parte de Ubisoft Reflections. Sin ellos, títulos como Driver o Destruction Derby no existirían.
⚖️ Conclusión: ¿bestia o belleza?
«Shadow of the Beast es como ese colega musculado del gimnasio: visualmente impresionante, pero con poca profundidad emocional.»
Pavel Krazinsky (Crítica B¡ts)
Lo ames o lo odies, The Shadow of The Beast marcó época. Fue uno de los juegos más bellos y frustrantes jamás paridos para el Amiga, y una demostración de lo que se podía hacer cuando se exprimía el hardware hasta el último byte. ¿Volveríamos a jugarlo hoy? Solo si nos pagas con vidas extra.
🎥 Gameplay recomendado
Para ver con tus propios ojos por qué The Shadow of the Beast fue una leyenda… y una pesadilla.
📊 Tabla Comparativa: Amiga vs. otras versiones
Plataforma | 🎨Gráficos | 🔊Sonido | 🎮Jugabilidad | Veredicto |
---|---|---|---|---|
Amiga | Excelentes | Épico | Brutalmente difícil | La versión definitiva |
Atari ST | Correctos | Meh | Igual de cruel | Solo si no tienes Amiga |
Mega Drive | Buen intento | Muy decente | Algo más suave | Un port digno |
TurboGrafx-CD | Aceptable | Muy buena OST | Más accesible | Curioso, pero opcional |
Master System | ¿Eso es Beast? | Triste | Mal port | Olvida que existe |
📚 Extra: influencias y legado
Muchos ven en The Shadow of the Beast una obra adelantada a su tiempo. Influencias claras de Clive Barker, de H.P. Lovecraft (ese rollo de “seres que no entiendes pero te aplastan igual”) y estética de carátula de álbum de death metal. Su legado vive en títulos como Limbo, Blasphemous o incluso Ori and the Blind Forest, donde se mezcla ambientación poética con jugabilidad cabrona.

🧩 ¿Vale la pena hoy?
Si te gustan los retos extremos, las atmósferas densas y los gráficos retro que aún impresionan, SÍ. Pero si prefieres juegos con checkpoints, tutoriales y cosas como… diversión sin frustración, huye. The Shadow of the Beast no perdona. Pero vaya si impresiona.
“The Shadow of The Beast no era solo un juego, era un grito técnico de guerra en los 80. ¿Jugabilidad? Cuestionable. ¿Estética? Monumental. ¿Dificultad? A prueba de mancos. Y aun así, tiene un sitio en mi corazoncito de gamer nostálgico, justo entre Flashback y Another World. Y si no lo entiendes… será que no sufriste lo suficiente.”
Pavel Krazinsky
🔎 Enlaces de interés
🧠 Pavel dice…
¿Te atreverías a jugarlo hoy? ¿O ya te da vértigo solo con ver las capturas? Deja tu comentario y cuéntanos si sobreviviste al infierno pixelado más bonito de los 16 bits.

The Shadow of the Beast
Gráficos: Sublime para la época | 9/10 |
Jugabilidad: Adictiva e infernal | 8.5/10 |
Sonido: Banda sonora de otro mundo | 9/10 |
Historia: Poco desarrollada, pero interesante | 7/10 |
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