Si alguna vez has soñado con ser un pirata, pero el mar te da asco y el ron te sienta como una patada en el hígado, The Secret of Monkey Island es tu juego. Lanzado en 1990 por LucasArts y diseñado por el legendario Ron Gilbert, este título es un referente en las aventuras gráficas y sigue siendo tan fresco, divertido y endiabladamente ingenioso como hace más de 30 años.
Pero, ¿realmente merece la pena jugarlo hoy en día? La respuesta corta: sí, maldita sea, sí. La respuesta larga… sigue leyendo, que esta review está más currada que el insulto final de un duelo de espadas.
🏴☠️ Un Poco de Historia: El Origen de una Leyenda
A finales de los 80, LucasArts (o Lucasfilm Games, como se llamaba entonces) estaba en su mejor momento. Habían lanzado joyas como Maniac Mansion y Indiana Jones and the Last Crusade, pero Ron Gilbert quería algo más grande, más loco y con más monos.
Algunas personas creen que la inspiración para Monkey Island provino de la atracción de Pirates of the Caribbean, y aunque eso influyó en la ambientación, la verdadera inspiración para la historia y los personajes provino del libro On Stranger Tides de Tim Powers.
Ron Gilbert
Inspirado en la atracción de Pirates of the Caribbean de Disney y en novelas como On Stranger Tides de Tim Powers, nació The Secret of Monkey Island..
A diferencia de otras aventuras gráficas de la época, que a menudo castigaban al jugador con muertes inesperadas o callejones sin salida, Monkey Island introdujo un enfoque más amigable y accesible.
Ron Gilbert creía que los videojuegos debían ser divertidos, no frustrantes, por lo que diseñó un sistema en el que los jugadores podían experimentar sin miedo a equivocarse. Esta filosofía llevó a la creación de acertijos ingeniosos que, aunque desafiantes, siempre podían resolverse con lógica (o al menos con la lógica absurda del juego).
Además, el uso del motor SCUMM (Script Creation Utility for Maniac Mansion) permitió un sistema de comandos intuitivo, donde los jugadores podían combinar verbos con objetos de manera sencilla, eliminando la necesidad de escribir comandos manualmente, como en las aventuras de texto clásicas.

Otro de los grandes aciertos de Monkey Island fue su guion, repleto de humor, diálogos memorables y personajes carismáticos. La rivalidad entre el protagonista, Guybrush Threepwood, y el temible pirata fantasma LeChuck se convirtió en una de las más icónicas de los videojuegos.
En lugar de ser un héroe musculoso y valiente, Guybrush es un aspirante a pirata torpe y desgarbado, cuya mayor arma no es la espada, sino su ingenio (y su capacidad para insultar con estilo). Este enfoque cómico y autorreferencial, lleno de chistes sobre piratas, clichés de la cultura pop y burlas a los videojuegos de la época, convirtió a Monkey Island en un título atemporal, capaz de seguir sacando carcajadas décadas después de su lanzamiento.
🏴☠️ La Historia: Un Pirata en Apuros
Encarnamos a Guybrush Threepwood, un joven aspirante a pirata con más labia que músculo, que llega a la isla Mêlée con un sueño claro: convertirse en el corsario más temido del Caribe. Para ello, debe superar tres pruebas impuestas por los piratas más experimentados:
- Demostrar su valía con la espada (con insultos, claro).
- Encontrar un tesoro oculto (y desenterrarlo con estilo).
- Robar un ídolo de la casa del gobernador (sin ser pillado, si es posible).
Por el camino, se enamora de la gobernadora Elaine Marley, se enfrenta al infame pirata zombi LeChuck y termina envuelto en una aventura que involucra monos, vudú, duelos dialécticos y una isla con más secretos que un reality show.
🎮 Jugabilidad: SCUMM, Insultos y Pollos de Goma
Si nunca has jugado una aventura gráfica clásica, Monkey Island es el mejor punto de entrada. Su sistema de comandos es intuitivo, y los acertijos están diseñados con la dosis perfecta de lógica y absurdo.
- Los duelos de insultos son una de las mecánicas más icónicas: en lugar de espadazos, ganas combates devolviendo insultos más afilados que un machete. «Luchas como un granjero» – «Qué apropiado, tú peleas como una vaca». Magistral.
- Los puzzles son legendarios, con soluciones tan absurdas como brillantes. ¿Quién iba a pensar que un pollo de goma con polea sería tan útil?
- El humor es atemporal, con diálogos escritos con un ingenio que sigue sacando carcajadas hoy en día.
¿Lo mejor? Es imposible morir. Sí, en una época en la que los juegos te mataban por mirar mal una pantalla, Monkey Island permitía experimentar sin miedo al temido “Game Over”.
🎨 Gráficos: Un Pixel-Art con Sabor a Ron
En su versión original, los gráficos en 256 colores eran un espectáculo para la época. Los escenarios, llenos de detalles y personalidad, siguen teniendo un encanto especial incluso hoy. Y si te cuesta acostumbrarte al pixel-art, siempre puedes jugar la Special Edition (2009), con gráficos remasterizados.
Pero ojo: la versión original tiene una magia difícil de superar. Es como comparar un buen ron envejecido con uno de oferta del supermercado: ambos cumplen, pero uno tiene más alma.





🎼 Banda Sonora: Reggae y Mar Caribe en tu PC
Si hay algo tan memorable como los diálogos, es la banda sonora compuesta por Michael Land, Peter McConnell y Clint Bajakian. Desde la pegadiza melodía principal hasta los temas ambientales de cada isla, Monkey Island suena tan bien como una serenata en alta mar.
Especial mención a su temazo principal, que sigue siendo uno de los más reconocibles en la historia del videojuego.
🏴☠️ ¿Vale la Pena Jugarlo en 2025?
Sí. Mil veces sí.
- Si te gustan las historias ingeniosas, este juego es un máster en guionización.
- Si amas los puzzles desafiantes, aquí encontrarás algunos de los mejores jamás diseñados.
- Si te mola el humor absurdo, este juego te hará soltar carcajadas.
- Si nunca has jugado una aventura gráfica, Monkey Island es el punto de partida perfecto.
Es cierto que los jugadores modernos pueden encontrar el ritmo algo pausado, pero eso es parte del encanto. No es un juego para pasar de pantalla rápido, es una experiencia para disfrutar con calma, como un buen ron en la cubierta de un barco.
🔥 Conclusión: Una Joya Atemporal
The Secret of Monkey Island es una obra maestra. Un juego que ha inspirado a generaciones de desarrolladores y que sigue siendo un referente en narrativa, diseño y humor. Si aún no lo has jugado, tienes una deuda con la historia del videojuego.

Y si ya lo jugaste… ¿a qué esperas para revivirlo? Como diría Guybrush: «¡Soy Guybrush Threepwood y quiero ser un pirata!»
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