Puntuación
Si los 80 fueron la década de las hombreras, el neón y los peinados imposibles, el Commodore 64 fue el emperador indiscutible de los 8 bits. Un ordenador doméstico que no solo vendió más que el pan caliente, sino que dejó una marca indeleble en la cultura pop, en la informática y en nuestros corazones pixelados ❤️.

🧬 Especificaciones técnicas que nos hacían flipar
Componente | Especificación |
---|---|
CPU | MOS Technology 6510 a 1.02 MHz |
RAM | 64 KB (de ahí su nombre) |
Gráficos | VIC-II, resolución de 320×200, 16 colores |
Sonido | SID 6581, 3 canales, síntesis analógica gloriosa |
Almacenamiento | Cintas de casete y disquetes de 5¼” |
Precio de salida | 595$ (unos 1500€ de hoy) |
La magia del Commodore 64 residía en su equilibrio. Era barato para lo que ofrecía, flexible como una goma de borrar de colegio, y tenía un chip de sonido, el SID, que todavía hoy se considera una obra maestra de la ingeniería musical digital. Un sintetizador en miniatura que convirtió a este ordenador en un estudio de grabación chiptune sin saberlo.
🎮 Mejores juegos del Commodore 64: una lista para enmarcar en disquete
Hablar del Commodore 64 sin repasar su catálogo es como hablar de la NES sin mencionar a Mario. El C64 tiene una de las colecciones de videojuegos retro más extensas, variadas y queridas de la historia. Desde shooters isométricos hasta aventuras gráficas bizarras, este sistema lo tuvo TODO. Aquí va una selección ampliada, con juegos míticos, joyas ocultas y delirios que solo podían nacer en los 80:
- International Karate+ – Patadas y filosofía pixelada. Uno contra uno, fondo cambiante y música que entraba en el top de las radios piratas.
- The Last Ninja – Isométrico, épico y misterioso. Una mezcla de puzles, acción y estética asiática de VHS.
- Impossible Mission – “Stay a while… stay forever!” El Metroidvania antes del Metroid, con frases digitalizadas que nos daban pesadillas.
- Maniac Mansion – LucasArts antes de ser mainstream. Ciencia ficción con adolescentes en un caserón sin wifi ni sentido común.
- California Games – Surf, BMX, frisbee… pura crema retro. Las animaciones del frisbee siguen siendo arte conceptual.
- Bruce Lee – Un plataformas con tortas rápidas y ninjas que aparecían sin invitación. Adictivo como las pipas en los 80.
- Bubble Bobble – Dos dragones escupiendo burbujas en un bucle infinito de niveles, dulces y enemigos adorables.
- Giana Sisters – El clon punk de Mario. Tan bueno que lo retiraron por ser demasiado bueno.
- Winter Games – Juegos olímpicos versión 8 bits: rigidez muscular digital y gritos de frustración en el salto de esquí.
- Wizball – Si Salvador Dalí programara, haría esto. Un shooter de colores, esferas y rarezas inolvidables.
- Creatures – Plataformas con puzzles, humor grotesco y animaciones que hoy serían censuradas en TikTok.
- Mayhem in Monsterland – Técnicamente imposible para el C64. Un plataformas con velocidad y color al estilo Sonic.
- Turrican – Un “run and gun” de ciencia ficción con música brutal y niveles gigantescos. ¿C64 o Amiga? Tú decides.
- Boulder Dash – Roca va, roca viene. Acción y estrategia en pantallas con aire de arqueólogo claustrofóbico.
- Armalite – Shoot’em up de scroll lateral que exprimía el VIC-II hasta que pedía la jubilación anticipada.
Y eso no es todo: cada año se descubren o reeditan títulos nuevos, gracias a una comunidad activa de entusiastas del C64 que sigue produciendo, comentando y reviviendo joyas olvidadas del sistema. Si te pica el gusanillo y quieres explorar a fondo el mundo de los juegos clásicos de Commodore 64, te recomendamos pasarte por el foro de Clásicos Básicos, donde hay análisis, enlaces, debates y sabiduría de disquete a raudales.

🛠️ ¿Por qué fue tan revolucionario?
El C64 fue mucho más que un ordenador para jugar. Permitía programar en BASIC desde el minuto uno, y eso lo convirtió en la puerta de entrada para toda una generación de programadores. Era un laboratorio digital en casa. ¿Tenías 12 años? Pues podías crear tu propio juego. ¿Tenías 40? Podías montar tu contabilidad o piratear software. Era el multipropósito definitivo.
💻 Un ordenador doméstico que empoderó a los usuarios
Antes del C64, la informática era cosa de universidades o empresas. El Commodore cambió eso. Por menos de lo que costaba una televisión, tenías en casa un ordenador programable con teclado completo, salida de vídeo compuesto para cualquier televisor, y la capacidad de crear desde cero. Fue una herramienta educativa, creativa y empresarial todo en uno. Lo que hoy llamamos low-code o no-code, en los 80 era aprender comandos BASIC del manual mientras tu madre hacía macarrones.
📟 La revolución de los periféricos
El C64 no venía solo. Podías ampliarlo con disqueteras, cartuchos de expansión, módems de 300 baudios, lápices ópticos, impresoras matriciales y hasta sintetizadores MIDI. Todo era enchufable, hackeable y barato (o al menos, más accesible que un IBM PC). Fue el inicio del ecosistema de hardware modular doméstico.
- Unidad de disquete 1541 – Lenta como ella sola, pero parte del mito. Leer un archivo podía tardar más que una serie en VHS.
- Cartuchos de expansión – Desde juegos hasta utilidades de productividad, todo se pinchaba como si fueran superpoderes.
- Joystick y gamepads – El legendario QuickShot II o el TAC-2 eran parte del ritual gamer ochentero.
- Modem Commodore 1670 – Abrió la puerta al mundo de las BBS y pre-Internet. Hackers, warez y chats antes del IRC.
🔧 Educación, piratería y creatividad sin límites
Los ordenadores modernos lo hacen todo por ti. Pero el C64 te obligaba a entender cómo funcionaba cada cosa. Desde los comandos de carga (LOAD"*",8,1
) hasta guardar tus programas en cinta, todo requería participar activamente. Esta experiencia generó una generación de autodidactas, muchos de los cuales terminarían siendo ingenieros, músicos de videojuegos, o leyendas de la escena demo.
Además, el Commodore 64 fomentó la cultura del software casero: no era raro ver revistas con líneas de código que podías copiar a mano para hacer tu propio Pong, tu procesador de texto, o un sintetizador rudimentario. Hoy eso sería impensable, pero en 1985 era normal que un niño de 10 años supiera más de estructuras de control que muchos adultos. El C64 era YouTube, Stack Overflow y ChatGPT… todo en uno, pero con 64 kilobytes.

🚀 Fue la base del boom informático doméstico
El impacto del Commodore 64 en la informática personal fue tan profundo que cambió la trayectoria de la industria. Su bajo precio, su versatilidad, su potencia gráfica y sonora para la época, y su facilidad de uso lo convirtieron en el estándar de facto. Se estima que entre 1982 y 1989 se vendieron más de 17 millones de unidades, siendo un fenómeno global. En muchos países europeos, incluido España, fue el primer contacto real con la computación en casa.
Mientras Apple, IBM y Amstrad apuntaban a ejecutivos o empresas, Commodore metía sus ordenadores en salones familiares. Y lo hizo con un marketing directo: «Por qué gastar miles en un ordenador, si puedes tener uno que además sirve para jugar».
«El Commodore 64 no solo fue un ordenador. Fue una revolución personal, cultural y tecnológica empaquetada en carcasa beige.»
Thalvas Von Wierhem, Crítica B¡ts
✨ Comunidad y escena demo
El legado de la escena demo del C64 es brutal. Desde los 80 hasta hoy, hay miles de demos que exprimen cada ciclo de reloj del chip VIC-II y del SID. Son auténticas obras de arte en 16 colores y 3 canales de audio, capaces de hipnotizarte mejor que TikTok.
📡 Modems, BBS y hackers adolescentes
Antes de que existiera Internet como la conocemos, ya había adolescentes en pijama conectándose a sistemas BBS desde sus Commodore. Intercambiaban cracks, hacks y mensajes crípticos. Algunos de ellos acabarían fundando empresas tecnológicas… y otros, en juicio federal.
💥 Éxito comercial: más vendido que el pan Bimbo
Con más de 17 millones de unidades vendidas, el Commodore 64 sigue siendo el ordenador personal más vendido de todos los tiempos. Ningún PC clónico, ningún Mac, ningún Spectrum se le ha acercado en esa cifra. Fue un fenómeno mundial, con presencia en colegios, casas, y hasta en salas de control de empresas modestas.
💡 ¿Por qué triunfó?
- ✅ Bajo precio frente a la competencia.
- ✅ Increíble catálogo de juegos.
- ✅ Facilidad para piratear… (ejem, compartir).
- ✅ Facilidad de programación y ampliación.
🔥 El resurgir del Commodore 64 en pleno siglo XXI
El retro está de moda, y el C64 es el Rey Midas del revival. Desde el THEC64 Mini hasta las ediciones full-size con HDMI, pasando por FPGA y emuladores como VICE o RetroArch, no faltan formas de revivir este clásico. Incluso se hacen juegos nuevos en 2025… ¡y algunos son mejores que los originales!

📺 Recomendación: un documental que te volará la RAM
✅ Pros y contras del Commodore 64 (ayer y hoy)
- ✅ Chip SID legendario: puro oro para músicos y nostálgicos.
- ✅ Comunidad activa en 2025 (!), con torneos y lanzamientos.
- ✅ Fácil de emular o recrear en hardware moderno.
- ❌ Cargar desde cinta podía tardar lo mismo que cocinar unas lentejas.
- ❌ Teclado de plástico duro que no perdonaba dedos blanditos.
Y tú, ¿también tuviste un Commodore 64 o lo descubriste años después? Déjanos tu comentario, comparte tus anécdotas… y si quieres otro artículo sobre los 80 que huela a disquete usado, ¡dínoslo! 👾
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