Ah, Jack the Nipper. Si tuviera que elegir el primer videojuego que quemó mi inocencia, fue este. Imagínate: años 80, un Spectrum prestado por un primo mayor, y yo, Pavel, frente a la pantalla, sin saber que estaba a punto de encarnar a uno de los personajes más políticamente incorrectos de la historia del gaming. Y es que Jack no es un héroe. Ni siquiera un antihéroe. Jack es… el maldito demonio en pañales.
👶 ¿De qué va este juegazo?
Jack the Nipper es una aventura/plataformas de 1986 desarrollada por Gremlin Graphics. Controlas a Jack, un bebé psicópata (o eso parece) cuya única misión en la vida es ser el niño más travieso del barrio. ¿Cómo? Rompiendo cosas, molestando a la gente, y en general, sembrando el caos cual Gremlin hiperglucémico.
Tu objetivo: hacer el máximo número de diabluras antes de que te pillen tus padres o la gente cabreada del pueblo. Sí, has leído bien: no salvas princesas, no matas dragones, no disparas aliens. ¡Aquí el objetivo es portarse mal! Y madre mía, qué bien se siente.
🧩 Mecánicas simples, caos absoluto
El juego funciona como una mezcla entre plataformas y puzzle. Jack puede moverse por diferentes pantallas interconectadas, recogiendo objetos (desde un tirachinas hasta bombas de agua) y usándolos para hacer diabluras. Cada travesura aumenta un medidor llamado “Naughtiness” (maldad), y cuanta más maldad, más puntos. Pero cuidado: si te pillan, tu “Nappy Rash” (literalmente rozadura del pañal) aumenta, y al máximo… Jack va castigado a su cuna. Fin del juego.
“Jack no es solo un píxel maleducado; es la encarnación de todos nuestros impulsos infantiles reprimidos.”
Pavel Krazinsky (Crítica B¡ts)
💥 Curiosidades que (quizá) no sabías
- Jack the Nipper fue inspirado en la tira cómica británica “Dennis the Menace” (el Dennis original, no el yankee).
- Su creador, Greg Holmes, confesó en una entrevista que la idea nació cuando su sobrino destrozó su estudio de trabajo.
- En algunas versiones, la madre de Jack aparece con un rodillo de amasar persiguiéndole: iconografía británica old-school total.
- El juego tuvo una secuela en 1987, Jack the Nipper II: In Coconut Capers, donde Jack viaja a la selva. Sí, no preguntes.
- Al final del juego, si logras llenar la barra de maldad sin ser castigado, Jack… escapa de casa y deja una nota que dice “Me he ido de aventuras”. Y ya. Sin moraleja, sin castigo. Simplemente: chao, mamá.

🤔 ¿Por qué este juego fue tan rompedor?
Porque en los 80 los videojuegos aún estaban atados a estéticas inocentes o fantasiosas. Jack the Nipper fue una sátira descarada de la infancia. Un videojuego que nos ponía en el pellejo del gamberro que todos hemos llevado dentro alguna vez. No había objetivos épicos, no había enemigos finales. Solo tú y tu capacidad de liar parda.
🕹️ Mi primera partida (y cómo acabé castigado en la vida real)
Recuerdo que la primera vez que jugué tenía 6 años. Tras pasarme una hora tirando globos de agua a los vecinos virtuales, decidí probarlo en la vida real. Mi madre no estaba muy entusiasmada con la idea. Spoiler: acabé castigado sin Spectrum una semana. Ironías del destino. 🤣
🔍 Valoración final
Jack the Nipper no es solo un juego, es un manifiesto del caos infantil. Con su humor irreverente, gráficos coloridos (para su época) y una jugabilidad sorprendentemente adictiva, merece su lugar entre los grandes clásicos de los 8 bits. ¿Es políticamente incorrecto? Sí. ¿Por eso mismo lo amamos? También.

Jack the Nipper
Gráficos: Encantadoramente retro | 8/10 |
Jugabilidad: Simple pero adictiva | 8.5/10 |
Sonido: Pitidos nostálgicos | 7/10 |
Originalidad: Ser malo nunca fue tan divertido | 9/10 |
¿Te atreves a volver a la infancia más gamberra? Descárgalo, emúlalo o consíguelo en su versión original… y recuerda: no intentes esto en casa. 😜
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